Esta semana se han celebrado dos días que desearíamos dejar de celebrar algún día: el Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre) y el Día Internacional contra la Pobreza (17 de octubre). Las distintas crisis (la financiera, la del incremento de los precios
de los alimentos básicos o las derivadas del cambio climático) están frenando los avances que se han conseguido en la lucha contra la pobreza y el hambre. Según
la FAO, los progresos conseguidos entre 1990 y 2007-08 se han estancado.
Desde esta fecha la gran volatilidad de los precios de los alimentos y
la desaceleración económica global han aumentado la vulnerabilidad y la
desnutrición en muchos países.
Por este motivo, para recordar que sigue habiendo 870 millones de personas que pasan hambre en el mundo, voluntarixs y trabajadoras de Intermon Oxfam en Bilbao salimos el lunes a la calle y montamos una mesa con 50 platos con los que queríamos transmitir el siguiente mensaje: "El hambre no es un juego".
Y ayer miércoles, junto con otras ONGDs de Bizkaia, organizamos en El Arenal bilbaíno una lectura compartida de textos y poemas, en la que además de gente anónima participaron personalidades como Toti Martínez de Lezea, Ana Urrutia o Koldo Campo. La jornada terminó con una marcha contra la pobreza por el Arenal acompañadxs del grupo de percusión Sapali.
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