¿Qué sucede cuando un Gobierno deja de procurar 
el bienestar de sus ciudadanos para servir a los intereses de una 
minoría acaudalada? Es una pregunta retórica: sabemos cuál es la 
respuesta. Hay grupos con gran poder económico, empresas e individuos, que influyen sobre las instituciones y que, en ocasiones, incluso las ‘capturan’, consiguiendo tratos a favor de unas élites
 en la definición de leyes y normativas. Son privilegios para unos 
pocos, mientras el esfuerzo, sobre todo la mayor carga fiscal, recae 
sobre la gran mayoría.
Hoy la mitad de la renta mundial está en manos del 1% más rico de la 
población, cuya riqueza asciende a 110 billones de dólares. Esta cifra 
es 65 veces mayor que el total de la riqueza que posee la mitad más 
pobre de la población mundial.
Exigimos a los líderes del Foro Económico Mundial que acuerden un objetivo de reducción urgente de la desigualdad,
 no sólo por su impacto negativo en términos económicos y de justicia 
social, sino por la amenaza que el incremento de la desigualdad supone 
para el ejercicio de una verdadera democracia basada en el interés de la
 mayoría (nota de prensa).
A través del informe "Gobernar para las élites",
 denunciamos que el aumento de la concentración de poder genera una 
riqueza extrema que perpetúa la desigualdad, supone una amenaza para un 
modelo social basado en la inclusión e igualdad de oportunidades, y pone
 en peligro los sistemas democráticos.
 

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