“Porque la democracia es incompatible con grandes diferencias en las ventajas que los individuos obtienen del sistema” Alegato contra la desigualdad económica - Luis de Sebastian. Enero de 2000.
No estuvimos en la junta general de accionistas de Banco de Santander, pero los medios publicaron que su presidenta, Ana Patricia Botín, dijo: “El problema más grande que tenemos que solucionar como país es el desempleo. Mientras haya tantos parados, ellos deben ser nuestra prioridad”.
La verdad sea dicha, como frase no suena mal, convincente, hasta todos podemos estar de acuerdo, si no fuera por que quien la ha dicho es la presidenta de una de las empresas líderes en España y en Europa del sector causante de la mayor crisis económica en Europa de las últimas décadas y ha supuesto ayudas públicas al sector en Europa por la escalofriante cifra de 591.000 millones de euros en Europa, de los que 88.000 millones se han destinado a España y eso solo hasta 2012.
En 2008 cuando la estalló la crisis financiera, había en España dos millones doscientas mil personas desempleadas. A principios del 2013 superó la cifra de de cinco millones de personas, situándose actualmente en cuatro millones. Durante este periodo, se han producido mas de 171.000 desahucios en España, según la estimación que realiza la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Pero es que la frase de marras, viene de la presidenta de la empresa del IBEX 35 que mas filiales ha creado en paraísos fiscales durante el pasado año. Y es que el Banco Santander tiene 182 filiales en paraísos fiscales o como “amablemente” se les denomina, territorios de baja tributación. Y en este capitulo, aunque el Banco Santander lidera con soltura a las empresas de IBEX 35, otras de su sector actúan de la misma forma, como el BBVA que tiene cincuenta y dos, el Banco Sabadell, catorce; Caixabank, cinco; Bankinter tres y el Banco Popular cuenta con dos.
A lo mejor la presidenta del Banco de Santander, como otras y otros máximos directivos de las grandes mas empresas del mundo, en lugar de intentar distraernos con cortinas de humo o celebrar festivales (nos referimos al “Día del accionista” que ha celebrado Iberdrola en Bilbao), podrían empezar a tomarse en serio el problema de la desigualdad y como aportar, desde su comportamiento corporativo, acciones concretas para corregir esta situación.
¿O es que acaso un mejor comportamiento, tanto desde el punto de vista profesional como ético, de los directivos bancarios y de otros sectores implicados en esta última crisis, especialmente el de la construcción, no nos hubiera librado de ella o al menos reducido sus consecuencias?
Hay medidas de todo tipo para luchar contra la desigualdad, tanto la vinculadas a los salarios mínimos a recibir de sus empleados y empleadas, a limitar la diferencia salarial entre la persona que menos cobra y la de mayor remuneración, limitar la remuneración máxima de una personas de la empresa y por supuesto medidas encaminadas a dar un retorno a la sociedad, pagando los impuestos que corresponden, sin trampear como se viene haciendo.
Otras externas, relaciones al comportamiento con los clientes, los precios, las tarifas, las condiciones de acceso a los productos básicos, el comportamiento con proveedores en cuanto a plazos, condiciones de pago, condiciones laborales en origen, empleo infantil.
También las hay de cumplimiento legal, por ejemplo en materia de empleo a personas con discapacidad, de compromiso corporativo con causas como la lucha contra la pobreza, el cambio climático y un largo etc.
Es prácticamente imposible creer que las personas que dirigen las grandes empresas del mundo, no sean conscientes de que un parte importante de la desigualdad existente hoy en día, se nutre de las decisiones que se toman en el seno de los órganos de gobierno que dirigen, por ello, sus discursos serán lo que sean, pero hasta que no actúen de otra manera, lo que seguro que no son, es creíbles.
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