Esta semana, queremos llamar la atención sobre el actual fenómeno de El Niño, uno de los más potentes jamás
registrados y que ha destruido cultivos y diezmado las reservas de alimento
en todo el mundo y sus efectos han dejado más de 60 millones de personas
damnificadas.
Actualmente, 3.5 millones de personas no tienen suficiente que comer en Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador, y en Latinoamérica y el Caribe al menos 7 millones de personas han sido afectadas por el fenómeno de El Niño.
Oxfam y otras organizaciones internacionales están trabajando para
prestar apoyo a estas familias y a las millones de personas más de todo
el mundo que están padeciendo las consecuencias de inundaciones y la
escasez de agua y alimentos, entre otras dificultades. Sin embargo, esta
respuesta será insuficiente.
La reciente conferencia de las Naciones Unidas en Ginebra presentó
una oportunidad idónea para hacer frente a esta emergencia. Pero los
fondos comprometidos por los donantes no alcanzan para cubrir el déficit
de financiación de 1.700 millones de dólares que, además, se espera
aumente en los próximos meses. Hasta el momento, y antes de que los
fondos comprometidos se distribuyan, los llamamientos de emergencia para
El Salvador y Honduras apenas han recibido un 9% y un 13% del dinero
solicitado respectivamente. A pesar de que tras el paso de El Niño las
temperaturas de los mares vuelven a la normalidad, el daño ya está en
los sistemas meteorológicos globales y las personas más vulnerables del
mundo seguirán sintiendo sus efectos durante meses.
Barbara Mineo, directora humanitaria de Oxfam Intermón, ha afirmado:
"El Niño ha provocado una disminución en la producción agrícola, lo que
ha mermado significativamente las fuentes de ingresos y alimento de
millones de personas de todo Latinoamérica y que ahora están en riesgo
de padecer hambre. Los Gobiernos y los donantes internacionales no
pueden permitirse esperar más. Su respuesta a esta crisis lenta pero
devastadora debe ser inmediata y decidida. Sin embargo, aún no se han
visto ni la urgencia ni los fondos necesarios".
Además, gran parte de los ingresos de pequeños agricultores y
agricultoras y de sus familias depende del éxito de las cosechas. Pero
los cultivos comerciales como el café, el cacahuate, la banana y la caña
de azúcar están padeciendo los efectos de El Niño y se han malogrado.
Las personas que dependen de jornales cosechando han perdido sus
trabajos temporales y también, el precio de estos productos en el
mercado se ha encarecido significativamente.
Por primera vez en su historia, El Salvador ha declarado el estado de emergencia por sequía.
Un informe de Oxfam sobre la situación en el corredor seco del país ha
concluido que el 60% de las familias padecen inseguridad alimentaria
grave. El informe también señala que se ha perdido el 74% de las
cosechas de maíz y el 76% de las cosechas de frijoles de la región. "La preocupación hace envejecer rápidamente a las personas pobres",
cuenta Pablo Hernández de San Pablo (El Salvador). "El hambre es una
preocupación permanente. Te gustaría dar todo lo que tienes a tus
hijos".
Mercedes García, oficial humanitario de Oxfam en El Salvador, ha señalado que "tras
tantas temporadas de sequía y cosechas fallidas, ahora muchas familias
de El Salvador se ven obligadas a vender su ganado, comer semillas y
gastar sus escasos ahorros. Muchas se han quedado sin opciones y
necesitan ayuda urgente para cubrir sus necesidades básicas, como
alimentos y agua potable. También precisan de apoyo a largo plazo para
que puedan adaptarse a futuros patrones meteorológicos impredecibles y
cultivar de nuevo. Es necesario invertir más en estos enfoques a largo
plazo".
Oxfam trabaja en colaboración con organizaciones socias en El
Salvador para ayudar a cerca de 50.000 personas mediante la distribución
de vales para comprar alimentos y agua potable. Los vales constituyen
un alivio momentáneo para las personas que carecen de más medios. Rosa
Yaneth Chavez, una de las beneficiarias contó a Oxfam que sus hijos
deben caminar durante 90 minutos para ir a la escuela y que "antes de
que este programa se pusiera en marcha, tenían que hacerlo con el
estómago vacío. Los vales han sido de gran ayuda".
La situación de 3,6 millones de personas en Haití y de un millón en Cuba también es desesperada.
Diversos países de Sudamérica se han visto gravemente afectados por
inundaciones. Se prevé que la cifra de personas damnificadas continúe
aumentando hasta finales de verano, cuando los agricultores puedan
recoger una nueva cosecha y los efectos de El Niño se hayan
estabilizado. Asimismo, la comunidad científica ha ligado la propagación del zika,
el dengue y el chikungunya a las elevadas temperaturas y el
almacenamiento de agua en los hogares para superar la sequía.
El actual fenómeno de El Niño, uno de los más potentes jamás
registrados, ha destruido cultivos y diezmado las reservas de alimento
en todo el mundo y sus efectos han dejado más de 60 millones de personas
damnificadas. Oxfam está trabajando con organizaciones socias en 22
países para dar respuesta a esta crisis y hace un llamamiento a la
comunidad internacional para que actúe y responda a las necesidades
inmediatas y contribuya al desarrollo de la resiliencia ante los nuevos
patrones meteorológicos extremos. Estas medidas deben ir acompañadas de
planes a medio y largo plazo para hacer frente al cambio climático, que
incrementa las probabilidades de que se produzcan más "súper" El Niño.
Y, dado que la posibilidad de que a finales de año se produzca el
fenómeno La Niña –que provoca condiciones meteorológicas opuestas a las
de El Niño–, es necesario estar preparados para poder continuar
prestando ayuda. Si los Gobiernos y la comunidad internacional no toman
medidas urgentes, nos enfrentaremos a un reto aún más complejo.
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