POR UNA FISCALIDAD JUSTA

Llevamos ya unos meses oyendo hablar de los famosos papeles de Panamá, de que tal o cual deportista o club de fútbol tiene una deuda millonaria con hacienda, que no sé qué empresa tiene su sede en un paraíso fiscal y no paga impuestos… pero ¿qué consecuencias tiene este escaqueo fiscal?

Las repercusiones son muchas tanto en el norte como en el sur. Mientras las grandes multinacionales no están pagando sus impuestos, ya sea por exenciones fiscales o porque tienen sus sedes en paraísos fiscales, nosotros vemos como se sigue recortando el gasto público en sanidad, educación o ayudas sociales. 

Pero ésta no es la única pega, muchas de las empresas que trabajan en el sur no están dejando ni un solo dólar en los países en los que trabajan. Gracias a los acuerdos bilaterales o a los paraísos fiscales consiguen no pagar impuestos y, por lo tanto, beneficiarse de las riquezas de los países del sur sin dejar nada a cambio. 

Muchos nos preguntamos cómo funciona esto de los paraísos fiscales… por simplificarlo mucho, podríamos decir que las multinacionales pagan impuestos basados en los beneficios, por lo que simplemente hacen que estos beneficios no se den en los países en los que deberían pagar sino en otros, aunque allí no tengan ninguna actividad real. ¿Y esto cómo se hace? Pongamos un ejemplo: si yo soy una empresa que extrae coltán en la República Democrática del Congo y vendo el material a la empresa que lo va a convertir en componentes electrónicos, tendría que pagar impuestos sobre el beneficio que estoy obteniendo en la RDC. 

Por el contrario, si vendo el coltán a una filial de mi propia empresa por debajo del coste real, al no obtener beneficios en la RDC no tengo que pagar impuestos allí. Además, casualmente, esta filial está ubicada en las islas Caimán, un paraíso fiscal donde los impuestos son cercanos a cero, por lo que cuando vendo el coltán a otra empresa puedo hacerlo al precio que quiera y con los beneficios que quiera puesto que los impuestos que pagaré serán casi cero.

Esto tiene graves consecuencias en los países del sur puesto que todo el dinero que deja de recaudarse en impuestos significa que el gobierno tiene menos dinero para invertir en sanidad, infraestructuras o educación por ejemplo. Es más, según algunos estudios, por cada dólar que se dona desde el Norte en ayuda internacional, hay 10$ que dejan de cobrarse en impuestos.

Por todo esto, es tan importante que luchemos por una fiscalidad justa y que en un día como hoy, el Tax Justice Blogging Day, nos hagamos eco de esta injusticia. Pidamos todos #taxjustice.

Esta iniciativa es del Proyecto Europeo Tax Justice Together financiado por la UE. Firma la campaña  en http://www.noalescaqueo.org/

Eva, voluntaria de Oxfam Intermón Bilbao